Nos tumbamos boca arriba, con los muslos pegados en la pared.
Levanta tus piernas y estíralas bien rectas, estira hacia el cielo durante unos segundos las puntas de los pies y a continuación los talones.
A continuación, deja caer tus piernas hacia los lados hasta notar que los músculos aductores empiezan a estirar, "siempre hay que respetarse en cualquier estiramiento".
Una vez hayas llegado a este punto, mantente en la posición durante unos minutos.
Relájate con una respiración larga y profunda.
Tus piernas deben mantener el máximo contacto con la pared, desde el pie hasta el glúteo.
Has de tener en cuenta que cuanto mayor sea el ángulo de abertura, mas intenso será tu estiramiento.
Ahora, ya sabes, ¡¡¡¡a estirar los aductores !!!!!!!
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